¡Ya pues profe, cuando va a poner un saludo para los guardias! me dice mi amigo el guardia que además lee regularmente este templo de los ociosos, con mucho gusto pues aquí va. Resulta que a mi amigo le gusta la mecánica y llegó a la página de automanía, así es que una vez que iba entrando a la Escuela de Negocios, me preguntó ¿que no es usted el de la página de motores? claro pues, el mismísimo.
Los funcionarios no académicos de la universidad son de lo mejor, hay muchos a los que les tengo aprecio y los conozco desde que entré a estudiar, en 1978. Hace pocos días, cuando estaba en la fila del banco que hay en la U, aparece una señora delgadita y me dice ¡pero que haces acá tantos años! yo que soy retardado para las caras me costó mucho reconocerla, pero era nada menos que mi amiga bibliotecaria, resulta que yo era un ratón de la biblioteca, vivía metido allí en esos años y esta señora me guardaba las mejores revistas, el Scientific American, Nature, Byte y todas las que me gustaban, fué un tremendo alegrón verla de nuevo después de 30 años, está igualita, como dice el tango "que 30 años no es nada".
Como no mencionar a Delfín, nuestro pañolero en la Escuela de Electrónica, que hizo ese memorable sketch de don Quijote en una fiesta mechona de los 80s. Y el inefable Bustamante, que cuando toma el micrófono en una fiesta no lo suelta más, gran valor Bustamante. El chofer del Rector que nos acompañaba en la parcela del pueblo cuando hacíamos nuestros claustros-cena y la inolvidable doña Rosa Tor, que era la jefa de bibliotecas.
Ahora mi ídola es doña Nilda,la secretaria de la Escuela de Negocios que tiene una voluntad de oro, da gusto trabajar con gente alegre y de buena voluntad, la Fabiola que es la secretaria de los posgrados y la Fernanda que sufre en nuestra oficina con horas y horas de nuestro mutismo también son excelentes. Don Juanito el camarógrafo que trabajó en el canal de la universidad y tiene más aventuras que Quintín. En fin, solo menciono algunos, mi saludo cariñoso para los que nombré y los que me faltan, son una de las cosas buenas de la universidad.
Todos hablan de calidad de la educación, pero si le preguntamos a 10 personas de que se trata el asunto obtenemos 10 respuestas diferentes, por eso yo evito usar esa palabra. Sin embargo hay pequeñas cosas que son fáciles de asociar con la calidad, por ejemplo esa maldita costumbre de dejar pasar los meses antes de que un profesor se digne a corregir las pruebas es un signo claro de mala calidad. Yo apenas retiro las pruebas empiezo a corregirlas ¿para que dejar pasar el tiempo? si es un trabajo que tarde o temprano hay que hacer, mientras antes mejor, típicamente me demoro menos de 24 horas en entregar las notas, creo que si hay algo chanta es eso de dejar pasar el tiempo sin corregir las pruebas.
Los conceptos de calidad se los podemos aplicar a las personas y veremos que hay personas de alta y baja calidad. Es alta calidad ser sencillo, servicial, amable de entrada. Mala calidad es un petulante, un fantoche o un malas pulgas. Otra cosa que asocio con la calidad es la puntualidad, cuando alguien llega atrasado se me hace la idea de un chanta, la calidad personal tiene que ver con la puntualidad porque la gente puntual es considerada, se preocupa por los demás. Lo otro es ser un Homero Simpson.
Parece que se me pasó el resfrío, esta vez fue cortísimo, claro que a veces tengo estas falsas mejorías y después me viene una recaída mucho más violenta. Me imagino la guerra interna entre las defensas y los virus, creo que Goethe escribió que cada hombre es como un pequeño mundo, Herman Hesse escribió un libro con ese nombre Kleine Welt, es muy cierto, que raro eso de creerse uno solo, cuando somos miles de millones, viviendo cada uno por su cuenta, como un panal de abejas o un hormiguero, que cosa más rara.
En fin, ya estoy escribiendo puras tonteras, mejor me voy a acostar antes de seguir con tantas cabezas de pescado, veremos si mañana se me ocurre algo más cuerdo que poner Hasta mañana.