17 agosto 2016

Algunos problemas de los derechos sociales: 1 quien paga


 Axel Kayser y Fernando Atria están perdiendo plata, deberían comprar una carpa e irse en gira por el país con sus debates que son muy entretenidos, seguro que se forran. Estaba viendo una de esas performances donde Atria hacía una defensa de la sociedad de derechos y se me ocurrieron unos pocos problemas prácticos de esta idea.

Supongamos que "como sociedad acordamos" -una de las expresiones favoritas de Atria y sus amigos- que hay ciertos derechos que deberán financiarse con cargo a impuestos, por ejemplo un derecho a educación, salud y pensiones, para colocar los que más se mencionan. ¿Cual es el problema con que el gobierno asegure a todos, con cargo a los impuestos, esos tres nuevos derechos sociales?

¿Quien paga?
El problema más obvio es que no hay como pagarlos. Bueno, en realidad hay una manera muy sencilla: el gobierno tiene una máquina que imprime billetes, bastaría con que haga la suma de cuanto cuesta mensualmente financiar a cada alumno matriculado, a cada enfemo y a cada jubilado, imprimir los billetes y repartirlos. Esa fue -por ejemplo- una de las primeras medidas de Allende al llegar al poder en 1970, si mal no recuerdo subió el sueldo a los profesores en un 400% o algo por el estilo y ese año Chile tuvo un crecimiento increíble, conirtiéndose en la admiración de todo el mundo.

Pero ahora sabemos en lo que termina eso, cuando el total de billetes es mucho más que el total de bienes y servicios disponibles, en pocos meses los billetes se desvalorizan hasta volver al equilibrio: lo que ayer costaba 10 hoy vale 100 y mañana 1000, es lo que le pasó a Allende, a Maduro y a todos los que han intentado multiplicar los panes y los peces imprimiendo billetes.

Acá en Chile, hace poco a los creativos de Bachelet se les ocurrió una mejor idea: que lo financien los ricos, para eso tienen plata. Entonces el señor Jorrat cumplió el sueño de su vida: implementar una reforma tributaria que le sacaría a los ricos toda la plata necesaria para tener una sociedad de derechos en Chile. Bueno, creo innecesario contar que el asunto no resultó. Se produjo un derrumbe en la cración de inversiones, la economía bajó al suelo y terminaron recaudando menos que antes de la reforma. Si hubiesen sido un poco menos ignorantes habrían entendido lo que muchos les estaban anunciado: existe un límite hasta el cual se puede aumentar la recaudación, de ahí en adelante la recaudación comienza a bajar. Eso se sabe desde los años de Juan Sin Tierra en Inglaterra, pero vaya uno a convencer a estos brutos.

La cantidad de plata que se necesitaría es exorbitante. En Chile hay casi dos millones de personas en edad de jubilación. Si el estado les pagase una pensión "a la europea" a paridad de poder de compra -o sea unos $ 300.000 mensuales con cargo a impuestos, necesitaría todos los años más de 11.000 millones de dólares. Ni soñarlo.

A la gratuidad universitaria universal para los actuales 1.100.000 estudiantes le calcularon un costo mínimo de unos US$ 3.000 millones de dólares. Para salud mejor ni hablemos, porque en cuanto las prestaciones médicas se hacen gratis y universales, el límite es el cielo.

Para que se hagan una idea, el PIB en Chile el 2015 fue de US$ 240.000 millones, estimando una recaudación tributari del 20% tenemos que papá fisco recibe apenas 48.000 millones, que los gasta casi íntegramente en sueldos, contratos truchos y mil otras formas de derroche. Fíjense bien en los números, el fisco recauda apenas 48 mil y se proponen "derechos" que cuestan 11.000, 3.000 y quien sabe cuanto más en salud. No hay como, ni Mandrake el Mago asociado con los hermanos Parisi y con ayuda de Farkas, puede financiar eso.

Sin contar que a los pocos meses de estar recibiendo sus 300 lucas, los jubilados estarían reclamando que "no les alcanza para nada" y las universidades empezarán a chillar porque el estado les pasa muy poca plata por su sacrificada labor. ¿Que se puede hacer entonces? Nada, tal vez mirar para el cielo y rascarse la cabeza. Y por supuesto dejarse de ofrecer estupideces para hacerse popular.

La sociedad de derechos es camino seguro del fracaso, la idea se le ocurrió a Carlos Marx cuando escribió -tal vez borracho- "de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades", esa idea nunca ha creado riqueza, en ningún lugar, ni ningún momento de la historia. Hay países que han repartido mientras son ricos y todavía lo siguen haciendo mientras les dura la plata, como Noruega por ejemplo, otros ya entraron en crisis como Italia, Francia o la propia Alemania. Las sociedades de derechos reales, existieron en la URSS y todos los países de su órbita, hoy existen en Cuba, Venezuela y Corea del Norte, que son los tres experimentos igualitarios reales que van quedando.

Los otros senderos
Existen otros dos modelos, el primero es exacamente opuesto y desconoce toda clase de derecho social: cada cual es responsable de su propio bienestar y el gobierno no tienen nada que ver con eso. En esas sociedades existe el incentivo correcto, que cada cual busque como pueda lo mejor para los suyos y sus familias. En general mientras menos se mete el gobierno mayor es la riqueza creada. ¿Habrán pobres? Claro que si, pero incluso los pobres parecerán millonarios comparados con la gente que vive en sociedades de derechos reales como Cuba o Venezuela.

El tercer modelo es el que promueve Atria y existe en casi todo el Tercer Mundo, lo podríamos llamar las Sociedades de Derechos Retóricos, que aceptan que implementar de verdad los derechos sociales es ruinoso, entonces proponen implementar derechos en la medida de lo posible, principalmente retóricos o testimoniales. Esto se ha venido implementando en Chile desde 1990 y en general consiste en "gestos", como las reformas de Bachelet, que jamás logran los objetivos declarados porque no son tan locos como para implementarlas de verdad, pero se usan para dar una especie de satrisfacción psicológica a la gente. Lo malo de este modelo es que en lugar de satisfacer crea falsas expectativas y la gente se desilusiona al comprobar como los engañaron prometiendo cosas que obviamente no se van a cumplir.

Como afectan a la distribución del ingreso
Estos tres modelos tienen sin duda efectos sobre la distribución del ingreso. La distribución "natural" es la que observó Wilfredo Pareto, que ocurría "en todos los regímenes, en toda la historia y en todo lugar", esta supone un 80% de la población es pobre o muy pobre y un 20% son ricos o muy ricos. Esta distribución de Pareto es tan exacta que hasta el día de hoy se ha podido medir que se cumple con los ingresos a nivel global, como he colocado varias veces en este blog.  En los países donde no existe ningún derecho social ocurre esta distribución que podríamos llamar natural o espontánea.

¿Como es la distribución en los otros modelos? No tengo los recursos ni el tiempo para hacer el cálculo, pero si podría hacer una suposición educada, que es la siguiente: en los países que tienen sociedad de derechos reales la distribución de los ricos se dispara en un porcentaje mucho menor, quedaría algo así como 95% de pobres y muy pobres y 5% de ricos y muy ricos. En las sociedades de derechos retóricos, donde las politicas igualadoras no llegan a ser tan ruinosas, la distribución probablemente se suaviza a -digamos- un  90% de pobres y muy pobres y un 10% de ricos y muy ricos.  Mis ballpark figures (como dice Leus) sugieren que estos dos modelos aplanan la distribución del ingreso a costa de deteriorar la creación de riqueza.

Los derechos sociales tienen varias otras aristas, por ahora los dejo con esta que debe ser uno de sus principales problemas: el costo y el desincentivo a la creación de riqueza.

10 comentarios:

  1. Hmmm.. me suena raro eso de encontrar "rico o muy rico" a alguien que vive sólo y tiene un ingreso $612.000.- (10o decil)

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  2. Me gustaría ver un debate entre Atria y Kaiser, verlos como se hacen pebre por TV.

    Respecto al tema, muchos de los que proponen "derechos sociales", ni siquiera tienen idea de como se emprende un negocio o han administrado alguno ya establecido (son una verdadera amenaza). Ellos solo se basan en una teoría que no sale del papel.

    cuando hablaste de los derechos sociales, me recordaste un slogan del demente de Marcel Claude, cuando quiso lanzarse como candidato presidencial y su meta era crear "una sociedad de derechos".

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  3. JMS tu comentario es impertinente (no es que sea "insolente" sino que no es pertinente) Si un ingreso está dentro del decil de los ricos o muy ricos, está dentro, da lo mismo la opinión de las personas, solo muestra su puesto dentro de una distribución. A mi me parece que alguien que gana casi US$ 1.000 al mes, rectificando a PPC (me da lata hacer el cálculo aquí) encaja perfectamente en uno de los deciles superiores, no le veo nada de raro, incluso a nivel internacional.

    Jose, en Youtube está lleno de paneles donde participan Atria y Kayser, son muy entretenidos, es cosa de buscar. De uno de esos es donde saqué la explicación de Atria sobre los derechos sociales, le saqué los adornos retóricos, claro

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  4. Renato Aguuirre Bianchi17 agosto, 2016 14:39

    Tomas: No sé qué opinas de la Ley de la Oferta y la Demanda, pero te voy a contar algo muy peculiar: no es aplicable a la medicina. Mis argumentos:

    1.- Durante los años que fui Jefe del Servicio de Cirugía del Hopital JN, todos los consultorios periféricos (Víctor Bertín Soto, por ejemplo) tenían especialidades (Cirugía, Medicina Interna, etc.) que dependían de la jefatura del servicio correspondiente del hospital. En otras palabras, no existía la maldita municipalización y absoluta desvinculación de los consultorios que es la lacra que nos dejó el gobierno militar.

    Pues el cuento es que el consultorio VBS tenía 2 horas de cirugía y una gran demanda no satisfecha. Entonces le agregué 2 horas más y la demanda no disminuyó. Meses después le asigné 6 horas de cirujano y seguían los mismos reclamos por requerimientos no satisfechos.

    ¿El problema? Es que la atención médica, cuando es absolutamente gratuita, tiene una demanda infinita, imposible de satisfacer. En Suecia con su peculiar socialismo, ningún medicamento es gratuito. Cueste 1.000 o 10 dólares, el paciente debe pagar 1 dólar (no sé cuánto en verdad) para que se lo proporcionen.

    En otras palabras, nunca ninguna instancia de gestión médica gratuita completamente financiada por el Estado satisfacerá a la comunidad, por lo menos en Chile pues somos adictos a que éste nos pague todo.

    2.- Otro aspecto de la Oferta y la Demanda, real pero las cifras no las recuerdo y las que expongo sólo sirven para fundamentar la idea.

    En una ciudad de unos 300.000 habitantes en los EEUU había sólo un muy experto cirujano cardíaco, el cual en la época de oro de la medicina liberal cobraba, digamos, 30.000 dólares por operación, con un costo anual para la comunidad de 3.000.000 (100 cirugías anuales). Pues le "inyectaron" otros 3 cirujanos cardíacos a la comunidad y la competencia hizo que el costo de las operaciones bajara a unos 15.000 dólares, pero el número de operaciones anuales se elevó a 300, generando un gasto comunitario de 45.000.000. Y bueno, los índices demostraban que la comunidad estaba bien cubierta con la gestión del cirujano viejo, pero se empezó a abusar de las indicaciones quirúrgicas cuando llegaron los jovencitos.

    Conclusión: mientras más proveedores de salud existan en una comunidad algo cerrada como es Arica en cierto modo, más se abusará incrementando las gestiones médicas sin por eso beneficiar a la comunidad sino que agredirla vía un mayor costo generado por los médicos.

    Y eso es precisamente lo que ví suceder en Arica. Cuando llegué en el año 1972 sólo había un ginecólogo capacitado para hacer histerectomías totales y aunque era súper abusador, sólo operaba (digamos) unas 80-100 pacientes al año. Pues años después llegaron jovencitos audaces que se involucraron en esa cirugía y terminaron haciéndola con una mediocre eficencia y el número de histerectomías innecesarias se incrementó 200-300%, al mismo arancel de antes. Con el primer pillín no había una demanda no satisfecha, muy por el contrario y yo lo sabía muy bien porque por muy diversas razones las damas que no querían operarse con esa persona se iban a Santiago y muchas acudían a mí (aceptaba operar a 1 o 2 de cada una de ellas).

    P.D. ¿Cuál es la conclusión? ¿Los médicos somos unos sinverguenzas o la gente es estúpidamente ingenua? Si extrapolas lo que he expuesto a otros campos de la gestión médica, llegarías a la conclusión de que la inmensa mayoría de las consultas son innecesarias y muchísimas de éstas son maligna o ignorantemente impuestas o malamente sugeridas por los médicos.

    Me disculpo en nombre de la profesión, pero eso no es chilensis, es universal. ¡Mierda!

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  5. Exactamente doctor, justo en el clavo!
    Ese es uno de los efectos inesperados más frecuentes de las "sociedades de derechos". Resulta que se crean los incentivos para subir la demanda con la misma o mayor velocidad cada vez que se sube la oferta. El caso de los servicios médicos es un muy buen ejemplo porque todas las personas valoramos muchísimo la salud (aunque muchos no la cuidamos) pero existe cierta ilusión que hace creer a la gente que mientras más va al médico y mientras más tratamientos le receten, será más sano. Reuslta entonces que las necesidades y la demanda crecen al infinito!

    No se trata de ser honrados o sinverguenzas, es simplemente una cuestión de incentivos. Se da en todos los campos de la economía, siempre que un bien se subsidia (o sea no es el beneficiado el que paga sino el estado u otro) se sobre utiliza, pasa con el agua de riego que subsidian a los agricultores, con el agua potable cuando las tarifas son muy subsidiadas, con los servicios médicos ¡con todo! es una tendencia natural y lógica.

    A medida que crece la demanda sin contro, la calidad de los servicios se va deteriorando, porque la masificación siempre afecta a la calidad. Es una ley económica: la gente responde a los incentivos y cualquier cosa que el beneficiado percibe como "gratis" es sobreutilizada, aunque esta "gratuidad" solo existe en la imaginación de los tontos, es pagada con creces por ellos mismos.

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  6. No puedo evitar acordarme de lo último que leí ayer en La Rebelión de Atlas con esta entrada, pues sintetiza muy bien cómo un sistema a buenas y primeras altruista como los nacidos del comunismo o el socialismo son acogidos y terminan corrompiendo a las personas. En ese capítulo se retrataba todo con las políticas directivas adoptadas en una fábrica que terminaba arruinada gracias a éstas. Al final tenía razón con lo que decía usted de las novelas.

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  7. Ya vas avanzando con "La Rebelión de Atlas"! es como subir una montaña, larguísima. Lo beno es que el argumento es entretenido, uno no sabe hasta las últimas páginas en que va a terminar

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  8. Respecto al comentario del Doc Aguirre, el balance entre oferta y demanda jamás llegará a cero, por más que se le corrija o se le apliquen medidas para nivelarla. En salud (trabajo en un hospital aca en Santiasko, el unico para toda el area norte, el HSJ) siempre hay una demanda no satisfecha y por más que se ha tratado de cubrirla, ha sido peor.

    Tomas: respecto a "quien paga" los "derechos sociales" otorgados por el estado, al final de todo, somos nosotros, vía impuestos, tanto los expresos (IVA, Renta, Contribuciones, Permisos...)como los que están "ocultos" en el valor final del bien o servicio que consumimos.

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  9. Sí y es increíble cómo me ha atrapado, desde que era bien chico que un libro no me agarra con tanta fuerza.

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When I'm sixty-four"