17 octubre 2017

El respeto a la ley: los vivos y los tontos


Pequeña historia de un ladronzuelo
Estaba esperando juntarme con mi buen amigo Ian Thomson en el centro, lo esperaba sentado en una banca del paseo 21 de Mayo y un típico flaite se acercó a un grupo de tipos que estaban al lado "psst amigo, ando vendiendo un celular barato" dijo, sacando un LG del bolsillo y mostrándolo medio escondido, "pero ese es robado" le dijeron y el contestó "¿Sabe que? ¿a quien le importa la ley? La ley es para los puros ricos para protegerse, no importa nada, yo le vendo este a precio regalado, aproveche", los del grupo se pusieron alrededor y el tipo se puso nervioso y se fue "con derecho a palos" bromeaban los posibles compradores, todos felices.

El asunto me quedó dando vueltas, no había visto nunca en Arica alguien vendiendo una cosa robada como si fuera un ambulante, sin ningún miedo a que lo denunciaran a la policía ni nada. "Ya no hay respeto por la ley", pensé, "la policía y las leyes ya no asustan a nadie". Cuando me robaron la radio del auto y me rompieron el vidrio en la puerta de mi casa, uno de los carabineros que me tomó la declaración me dijo "para la próxima consígase y fierro, y si pilla al ladrón rómpale la cabeza. ¿Para que nos llama a nosotros? No podemos hacer nada, aunque lo pillemos va a quedar libre enseguida".

El estado de derecho
La gente habla mucho que el estado de derecho está en peligro o que se está perdiendo, pero ese no es el problema. Si hubiesen pescado al ladrón de acuerdo a ese mismo estado de derecho el juez estaría obligado a soltarlo. Y si yo le hubiese roto la cabeza al ladrón con un fierro, seguramente yo estaría preso y el ladrón libre, no era muy bueno el consejo, aunque de poder, seguramente lo habría hecho encantado. Por eso no es un problema de leyes ni de estado de derecho, sino de la falta de respeto que está creciendo entre todos nosotros hacia las leyes

El respeto a las leyes no puede enseñarse
La gente común tiene la cabeza llena de ideas tontas y falsas sobre la naturaleza del estado y las leyes. Los estados son por naturaleza represores, esa es su función más importante y seguramente la única que vale la pena y que justifica mantener un estado pagando impuestos. Si no me creen, recuerden para el gran terremoto del 2010 cuando las turbas empezaron los saqueos y un alcalde -con pasado extremista de izquierda- apareció en la tele con lágrimas en los ojos implorando porque salieran las Fuerzas Armadas a patrullar la calle. El estado existe para protegernos de los malos, pagamos impuestos especialmente por protección, tal como se les pagaba a los mafiosi en los años treinta en Estados Unidos.

Respetamos la ley porque nos conviene
Nadie respeta las leyes porque se lo han enseñado, el respeto a la ley se produce cuando alguien considera que personalmente conviene hacerlo por alguna de estas dos razones: (a) porque la ley lo beneficia o (b) porque, aunque lo perjudique, al romper una ley el estado lo castigará. Si no estamos convencidos que respetar la ley nos conviene, la única razón que nos queda para respetarlas es el miedo a que los agentes del estado -fiscales, policías y jueces- nos castiguen.

Imaginen que están en la noche en un cruce de calles, el semáforo está en rojo pero no viene ningún auto ¿es correcto esperar que cambie hasta verde? Puede ser legal pero es estúpido, porque las luces del semáforo tienen como propósito evitar que nos atropellen, y si no hay ninguna posibilidad de que nos atropellen, ni de que nos castiguen por incumplir la ley, cualquier persona con dos dedos de frente cruzará la calle sin ningún remordimiento.

El fetichismo legal
Y es que las leyes no son principios sagrados que deben obedecerse a todo evento, si así fuese, un ciudadano con principios morales correctos obedecería fielmente las leyes raciales en la Alemania Nazi, denunciando a los judíos para que los apresen, o ejercería el soplonaje en Venezuela o Cuba. Las leyes se hicieron para nuestra conveniencia y las respetamos porque nos convienen, o incluso si nos perjudican, porque tenemos miedo del castigo, lo que en definitiva hace que nos convenga respetarlas. Respetar las leyes siempre debe convenirnos, de otro modo es tonto hacerlo solo por principio, eso es fetichismo legal, solo para corderos descerebrados.

El prestigio y desprestigio de las leyes
Un asunto fundamental en el respeto a la ley es que las leyes deben tener cierto prestigio, en el sentido que las personas decentes y con intenciones normalmente buenas, las consideren justas y convenientes, mientras eso ocurra las leyes son respetadas. Pero muchas veces grupos de políticos o gobernantes hacen leyes absurdas y abusivas. Amparados por la fuerza represiva del estado pueden hacer leyes que nos arrebaten nuestros ingresos vía altos impuestos que después los gobernantes reparten entre sus amigos ¿les suena eso? A lo largo de la historia los impuestos abusivos han provocado cientos de revoluciones y casi todas las guerras de independencia.

También pueden haber leyes que amenacen nuestras creencias más profundas impulsadas por pequeños grupos de interés con influencia en el gobierno, como las leyes de género, las que promueven la homosexualidad, el aborto libre y las que amenazan la libertad de enseñanza, entre muchas otras. Si alguien considera que una ley presenta una amenaza grave contra su modo de vida, ninguna educación lo convencerá de respetarla.

Finalmente tenemos otra de las fuentes que hace que la mayoría de las personas le pierda el respeto a las leyes: es el mal ejemplo que dan los funcionarios de gobierno, parlamentarios, fiscales, policías y jueces, cuando vemos que ellos mismos desprecian y tuercen el sentido de la ley de acuerdo a sus propios intereses. Esta situación se ha visto exagerada en dos períodos de nuestra historia moderna: durante el gobierno de Allende y en el actual gobierno de Bachelet, donde vemos que altos funcionarios, partiendo por la presidencia, no respetan las leyes o influencian para aplicarlas de manera torcida.

El estado de derecho no es la solución
Muchos teóricos y filósofos hablan del "imperio de la ley" y la "calidad de las instituciones" como claves para el éxito de los países, existe un enorme movimiento para dar crédito a la "institucionalidad" como el factor principal que distingue una sociedad civilizada de una tribu de salvajes. Que me perdonen Max Weber, Mises, Acemoglu y tantos otros pero eso es una completa majadería, la existencia de reglas del juego claras y predecibles no es una causa, sino el efecto de tener leyes que sean percibidas como convenientes y no abusivas. Cuba y Corea del Norte tienen una institucionalidad perfecta y los respectivos gobiernos actúan con estricto apego a ella ¿y de que sirve si las leyes son abusivas y esclavizantes?

"Estando en la miel, todo se pega"
Ese es el problema en Chile ahora, el respeto a la ley se ha deteriorado no porque nos fallen las instituciones, sino porque los políticos y personas con poder han desprestigiado a las leyes, hacen cada día nuevas leyes más abusivas, los parlamentarios se auto asignan sueldos astronómicos, lo mismo que la gente del gobierno, que además roban y colocan a todos los parientes que pueden. Esas bofetadas a las personas no quedan impunes, la gente no puede hacer otra cosa que perderle el respeto a la ley en un lugar donde de la presidente hacia abajo son todos ladrones y mentirosos.

Una explicación definitiva
El periodista argentino Mariano Grondona escribió tal vez su columna más brillante en la revista "Visión", se llamaba Los Vivos y los Tontos, donde explicaba lo que pasa cuando se produce esta falta de respeto y desprestigio hacia las leyes, entonces la opción inteligente es ser delincuente mientras que la opción de los tontos es respetar la ley. Les recomiendo que la lean, lo pueden hacer en este mismo Templo del Ocio, donde coloqué el artículo hace años. Pueden ver la Parte 1 y la Parte 2 en los links correspondientes.

11 comentarios:

  1. "El vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo" ¡que frase más sabia!

    El tema de las leyes en mi opinion es para los tontos que la seguimos, pero en algun momento las doblamos, no las rompemos. Actualmente las legislaciones las han hecho "a la medida" de las necesidades de los politruchos y su electorado cautivo. El nivel de corrupcion de un país lo puedes medir por la cantidad (y calidad) de leyes que tiene.

    Sobre el tema de la proteccion, yo siempre he sido partidario de "tener un arma y usarla a no tenerla y necesitarla"

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  2. ..en una ciudad cerca de acá, Rafaela, hay un negocio de bicicletas. Robadas. Peor aún: secuestradas ! La gente va y dice: se me desapareció una bicicleta así y asá y el tipo dice: a ver qué te consigo. Y cuánto te sale. Al final la bicicleta robada aparece en el negocio y el dueño la recupera por mucho menos que su costo, claro. El dueño del local se presenta como un benefactor que tiene canal de contacto con los ladrones de bicis de la ciudad y gracias a eso los dueños las recuperan por poca plata. Y hablé con un dueño que estaba agradecido que el tipo existiera !
    Es tan público que supongo la policía tiene su tajada con él. Desde luego, si no fuera tan fácil colocar lo robado quizás robarían menos bicicletas... pero eso ya es un razonamiento complicado...

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  3. José, esa idea que la viveza o inteligencia consiste en la habilidad de engañar y sacar provecho de los demás es muy popular en las culturas indígenas, que todavía están en la etapa depredadora. Por ejemplo es la idea de Evo Morales y también de muchos resentidos de la izquierda que no creen que sea conveniente respetar las leyes. Y seguramente tienen razón en su entorno, cuando la sociedad está todavía en la etapa depredadora el engaño es una virtud, una ventaja competitiva.

    Ulschmidt, me acordé de ese maravilloso librito "El Ladrón de icicletas" que después fue bastardeado en la horrible película de Fellini. Cuenta exactamente la misma situación en Italia de postguerra, acá en Chile tenemos también algo de eso, en las ferias de las pulgas que son los canales de venta preferidos de los artículos robados. Es una situación que aparece siempre cuando el estado falla en su tarea fundamental, que es proteger a la gente correcta de los bandidos. Entonces conviene ser bandido, ni hablar cuando desde la presidente hacia abajo lo son...

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  4. Eso es lo que me indigna del como se amañaron las leyes para beneficiar a cierto sector. por ejemplo: esta mañana vi a un sector aterrado por la llamada "banda del nissan" y de lo unico que se quejan es que las policias no hacen nada. Si la gente tuviera el valor para "hacer justicia" y eliminar a esta lacra dejandolas "monte 6" (es el codigo que usa carabineros para informar que el delincuente fue muerto) ya lo habría hecho hace rato, pero la justicia los condenaria por "uso excesivo de la fuerza".

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  5. La conclusión me recordó esta cita de La Rebelión de Atlas: "Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias mas que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada."

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  6. José, Frx, claro, el oportunismo y los comportamientos predatorios florecen cuando las leyes empiezan a perder su prestigio y aceptación. No se puede enjuiciar y encarcelar a todo el mundo, por eso una gran mayoría de la gente debe estar convencidos -por las buenas- que las leyes que existen son convenientes. Cuando ese convencimiento empieza a falñlar, pasa lo que estamos viendo ahora.

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  7. El tema no son solo las leyes, sino que también las "instituciones" creadas bajo su alero. todas con sus letritas que uno no sabe que rayos significan y que aunque fueron creadas para "prestar ayuda y defender a la comunidad" en realidad son antros de corrupcion e ineficiencia. Muchas de estas entidades (como los PPF, Programa de Proteccion a la Familia) son entidades que "prestan servicios de proteccion familiar" pero en la práctica son sumideros de basura politica, muchos afines al gobierno de turno.

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  8. Desprestiagiar las leyes es lo que más han hecho doña Bache y compañia durante su gobierno, y bueno, los politicos en general: engañar, torcer, amañar, violentar, defraudar, etc.

    Ahora con el tema de la venida del Papa, los diputados ya aprobaron proyecto para que las "malvadas" e "infames" empresas pasen como gastos de operación lo que donen a la visita. PLOP!
    ivanr

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  9. Aquí el kirchnerismo en el exilio (de los puestos públicos), enfrentado a cosas tan horribles como tener que trabajar, ironiza llamando "el gobierno de los CEOS" al de Macri - porque abundan la gente que viene de empresas. Desde luego sabemos todo lo que puede opinarse en ese caso: que vienen con conflicto de intereses, que son gente que antes durante y después tiene acciones o participaciones o asesorías o empleos con las grandes empresas, etc.. etc..
    Incluyendo que muchas veces esto puede ser cierto.
    Del otro lado, los "populares" consideran casi un honor colonizar y parasitar el empleo público. No se van ruborizar por estar en puestos mas o menos inventados, de nula productividad, donde a menudo no concurren si están entre los mejor acomodados. Ellos hacen eso porque son populares y no están a sueldo de ningún malvado interés capitalista - ergo, cuando llegan al poder tienen que mantener su militancia del erario público. Es un precio muy menor que vale la pena para que el pueblo sea realmente defendido.
    Y esa es, mas o menos, la moral o seudo-moral con que se justifican. Estírese un poco más y también justificará algo de mano en la lata. Todo es muy relativo y el asunto es compartir los argumentos con la tribu a que se pertenece.

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  10. Es verdad Ulschmidt, ningún juicio moral tiene valor de verdad, son puras opiniones y los valores detrás de las leyes son solo convenciones aceptadas por un grupo lo suficientemente grande de personas.

    Por eso yo creo que las leyes para ser respetadas como deben serlo, debiesen ser muy pocas y respaldadas por consensos de opinión muy importantes, el problema es que la polítrica -que hace las leyes- está formada siempre por oligarquías y esas se preocupan de hacer ley todo aquello que obligue a los demás a beneficio de los intereses de los legisladores. Antes había más consenso, es mi impresión, por eso las leyes tenían más prestigio y respeto.

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