Haciendo picadillo de camioneta

Bueno, todo hanía salido bastante bien excepto por un problema: tenía que sacar la camioneta del patio de mis amigos lo antes posible y no sabía como hacerlo. Imposible usar grua por los cables elécricos aéreos que no dejaban entrar a la pluma. Otra era construir un camino por la pendiente con un payloader, entrar por el y luego tirarla, un trabajo carísimo equivalente a comprar una camioneta nueva.

Finalmente me acordé de mi amigo Memo, el soldador que construyó parte de mi casa, sabiendo como tabaja y su experiencia en el rescate de camiones le pedí que viera la posibilidad de trozar la camioneta en pedazos lo suficientemente pequeños como para llevarlos a mano hasta un camión. El lema del Memo es "si se puede lo hago y si no se puede también lo hago" eximio soldador y maestro para maniobras con equipo pesado, así es que me dijo "dos días" y por el costo me cobró ridículamente barato, con la venta de las piezas demás le pago y tal vez me sobre plata.

Y así es como estuvimos hoy desde temprano, el Memo y un ayudante, cuatro gatas, juego de llaves y el elemento mágico: un balón de gas licuado y otro de oxígeno para el oxicorte. Fue entretenidísimo ver destrozar la camioneta, quebrarle los vidrios con un fierro, cortarla en pedazos, en fin, un placer cási sexual.

Es increíble en estos casos como sirven los amigos: la camioneta cayó en casa de amigos y me trataron excelente 100% cooperación, tener un amigo como el soldador que es una fábrica de un solo hombre fue otra gran suerte, todo se va arreglando de a poco. A ver si mañana terminamos y muestro los pedazos de camioneta.

Por supuesto que la noticia apareció en "La Estrella de Arica", pueden leer AQUI una copia. Por cierto que el artículo tiene algunas imprecisiones (por ejemplo yo jamás llamé a bomberos), pero que hacer, son los duendes de la prensa que meten su cola.